Puerta abierta a mi tragicomedia

Primera semana superada.
Las cosas han cambiado mucho, gente nueva, clase nueva, tutor nuevo, profesores nuevos, horarios nuevos... y tanta novedad al principio está bien pero después te das cuenta que el envoltorio será distinto pero que en realidad todo sigue igual, los mismos madrugones, los mismo nervios previos a exámenes, las mismas presiones de algunos profes, el mismo stress por trabajos, deberes, exposiciones, exámenes...., la misma gente que te caía mal..... sí, aunque ahora no lo parezca he superado la primera semana bastante bien.

En mi clase ahora somos 16, 10 somos los de siempre, 4 los nuevos y 2 los repetidores. No me puedo quejar de la gente, con los de siempre estoy muy cómoda, con los nuevos apenas he hablado pero no es que me caigan mal y los repetidores son un recordatorio de que me he de poner las pilas, pero hay uno que no solo me hace pensar eso... no sé si me explico.

Ahora que he escrito esto me he acordado de alguien, ese alguien especial que me alegraba los días y al que ahora casi no veo, sólo comparto una asignatura con él y se me hace muy duro. Le echo de menos. Pero quizá el separarme de él hace que le olvide y que todo sea más fácil.
Hay muchos peces en el mar, ¿no? o al menos eso dicen... y al menos eso quiero creer.



Ya es domingo por la noche, en nueve horas sonará mi despertador para decirme que es lunes y que otra semana acaba de empezar, dentro de diez horas estaré entrando en clase, muerta de sueño y con una falsa sonrisa en la cara. ¡ Qué se le va ha hacer!.

Solamente puedo pensar una cosa.... el jueves... ¡fiesta!.





Lunes por la mañana sólo veo nubes por la ventana y un mal rollo me sube....