domingo, 13 de septiembre de 2009

Punto y final




Último día de vacaciones y no podría haber sido mejor. Hoy mis padres y yo nos hemos levantado pronto para salir a hacer una excursión con unos muy buenos amigos. Ha sido una excursión muy entretenida, buenos temas de conversación aunque paradójicamente habían momentos de silencios en los que todos pensábamos en nuestras cosas o simplemente en nada, paisajes preciosos, buena compañía, buena comida y, al menos a la ida, buen tiempo.

Al volver hemos podido comprobar como la madre naturaleza cumple sus advertencias, y como a pesar de que llevaba tronando un buen rato nos hemos puesto a caminar para volver al apartamento ella, la naturaleza, ha descargado una buena tormenta acompañada de una lluvia como hacía tiempo que no veía.
Nos hemos empezado a esconder entre árboles pero nos hemos dado cuenta de que más mojados como estábamos no podíamos estar, así que hemos continuado caminando, corriendo, saltando, resbalando y ayudándonos los unos a los otros mientras la lluvia caía y caía por todo nuestro cuerpo.
Mejor imposible.

Esta ha sido la mejor manera de terminar con mis vacaciones, lo pensaba mientras corría debajo de la lluvia notando como el agua se deslizaba por mi pelo y posteriormente por todo mi cuerpo.

Con esto he decidido dejar para el recuerdo el verano y enfrentarme de la mejor manera a una etapa nueva en mi vida, haciendo que cada gota de lluvia fuera un gramo de positividad, de esfuerzo, de dedicación, de felicidad, de fuerza, pero sobretodo, de buenos momentos que espero pasar en este nuevo curso junto a las personas a las que más quiero.




Caminante no hay camino se hace camino al andar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario